
"No tiene usted pinta de ser de esas personas que se arrojan desde los puentes", le decía Vanessa Paradis a un Daniel Autill en horas bajas, citándole a él mismo, en la preciosa "La chica del puente" de Patrice Leconte.
Entre ellos se establece a lo largo de la película una relación entre salvada y salvado dependiente y mágica, con lanzamiento de cuchillos incluido, que queda en el imaginario de los amantes del buen cine como un ejemplo de lo que se dice un buen trabajo de actores y director. Todo comienza y acaba en un puente. Un puente donde ambos intentan acabar pero terminan empezando. Porque cuando damos algo por terminado estamos saludando al mismo tiempo a algo que comienza, concluir no es sino cambiar de estadio, pasar del adiós al hola.
Ayer era domingo y hoy es lunes, claro, un día frío que amenaza lluvia y más frío, y debe ser por eso que se me ha pasado por la cabeza este tema del final y el comienzo,...
o quizás no y hay algo que va a acabar....
Razón tenía, ya que por hoy, se acaba esta entrada
Mañana más. O pasado...
1 comentario:
hola. daba una vueta por aqui y me gustó tu dibujo. tambien el dearrollo del cuadro de la otra entrada.
buen blog amigo!!
benjamin lois
quadrawpenia
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