miércoles, 10 de junio de 2009

10_06_09
Y poder volar...

Cerrar los ojos. Sentir que el cuerpo se relaja. Permitir la entrada al descanso. Perder la consciencia. Rendirse al sueño reparador. Disfrutar de la sensación de flotar. Ignorar las señales del exterior. Desconectar los cables de sus enchufes. Pasar al modo automático. Apagar todas las señales luminosas.
Volumen off.


Nada.



Silencio.



Paz.



Mañana más. O pasado...



o no.